El tamaño del n€p€ es muy relativo, eso es así. Es decir, obviamente, algunas personas lo tienen de un tamaño idóneo para hacerte disfrutar de lo lindo y otras lo tienen tan grande que, de verdad, tienes que hacer un esfuerzo para que no te duela… (en este último caso, si tienes que lidiar con ello, prueba alguno de los 30 mejores lubricantes para mujeres: duraderos y con efecto, porque te vendrán de lujo). Pero en el otro extremo de la escala del pene, hay algunos que, si bien no son extrapequeños, su tamaño o grosor no te hacen disfrutar como otros, ¿te pasa? Pues bien, independientemente de la razón concreta, hay algunas pautas que podéis seguir para que el gozo sea mutuo (y en definitiva, para que tú lo sientas mejor, que es a lo que has venido aquí, eh).
Muchos hombres con n€p€ pequeño pasan por diferentes situaciones incómodas y ¡todo porque no hay suficiente naturalidad en torno a la cuestión y no se trata con confianza! ¿No te parece que, si bien hablamos de tantas cosas relacionadas con el sexo, sobre cómo estimular el punto G y la masturbación en general, tanto en la cama como fuera de ella, este debería ser un tema que también tendríamos que abordar sin prejuicios?
Por atrás
Si te interesa el sexo anal pero nunca lo has probado, es el momento. Será más fácil para los dos (además, él sentirá más placer también). Mientras estáis en el tema puedes abrir las piernas como en la ilustración y usar uno de tus vibradores.
El acto falso
En una postura que se presta a la penetración, pasad de esta cuestión y probad a lubricar vuestros genitales para que él te roce el clítoris con el pene. Ponte boca arriba, con una almohada (si aún no te has hecho con el cojín para tener sexo más viral) bajo tus lumbares, y eleva tu pelvis. Podéis hacer los movimientos que os resulten más placenteros y también usar tus manos para darle placer a él también.
El cisne sentado
Siéntate sobre él y échate hacia atrás. Mientras te penetra (tú puedes llevar el ritmo), deja que te acaricie el clítoris. Lo más importante en el sexo con penes pequeños será el roce de tu clítoris, así que busca la forma de poder darte esa caricia extra durante el acto.
El perrito ‘profundo’
La postura del perrito no es solo la postura sexual favorita de los españoles, sino que también es genial para sentir penes pequeños, porque permite que él entre más profundo. Para optimizar esta última cuestión, arquea tu espalda lo más que puedas y aprieta tus músculos pubococcígeos con cada embestida.
Buscando el punto G
Si sois flexibles, esta postura es para vosotros. La idea es que tú vayas guiando y que hagáis acopio de vuestro equilibrio, también, para encontrar la manera en la que recibís placer de manera más intensa.
El diario de Noah
¿Recuerdas esa escena de la película en la que se reencuentran? Pues imagina que os reencontráis de la misma manera y, sostenida por él, agarra fuerte su cuello para inclinarte un pelín hacia atrás, así, notarás mejor sus ‘embestidas’.
El helicóptero
En una posición en la que estés boca abajo y con el culo inclinado, consigue que tu pareja haga movimientos en círculos combinados con el clásico ‘dentro-fuera’, las sensaciones se potenciarán gracias, también, a la exposición de tu vagina.
La cuchara de pie
Para que esta funcione, es necesario que seáis, más o menos, de la misma estatura. Apoyada sobre él y con una pierna arriba, consigue la posición adecuada para que notes lo máximo su pene. Ahora, enrolla tu pierna por su espalda y muévete a gusto propio.
El pretzel
Esta postura adopta este nombre por la forma que conseguís hacer entre los dos. La idea es que juntes tus piernas, eleves el culete y él te penetre desde atrás para potenciar las sensaciones.
El gran perrito
En esta posición, podrás controlar la profundidad, así como el punto exacto al que él podrá llegar con cada movimiento. Esta es una de las mejores para sentir placer con penes pequeños.
La ‘super sucker’
Con un pene pequeño, el sexo oral es más llevadero. Imitad la ilustración y, gracias a tu postura (con la que dejas las manos libres) ayúdate de estas o algún juguete para darte también placer.
La sirena dormida
Ponte arriba con las piernas cerradas. Aguanta tu peso con las manos y deja que se meta en ti con las piernas lo más cerradas que os permita la postura. Sentirás una estimulación en el clítoris y más presión con la penetración.
El deslizador
La diferencia de este misionero radica en que tú tendrás las piernas cerradas y él se deslizará sobre ti. Mueve las caderas hacia arriba y hacia abajo para conseguir un ritmo y un ángulo que os dé placer y… resultados garantizados. Y no te olvides de que hay más fórmulas para esta posición, mira cómo hacer la postura del misionero con 19 variantes.
El ‘pulsa y juega’
Ponte sobre la cama en 90º con los glúteos preparados y deja que entre desde atrás a tu vagina. Una manera genial de que llegue a tu punto G.
El mortero
Probad movimientos circulares de penetración (igual que si estuvieras usando el mortero en la cocina) y, para potenciar la jugada, pon una almohada bajo tus glúteos. Esta posición también deja tus manos libres, así que puedes usarlas para aportar un extra de placer a la situación.